La primera mitad del siglo XX trajo consigo un alud de transformaciones en la sociedad española que llegaron hasta al último rincón del país. Alcorisa, en el Bajo Aragón turolense, muestra muy bien el impacto que significaron esos cambios y las resistencias que generaron, en un mundo rural en el que las relaciones sociales conformaban una compleja urdimbre de dependencias y conflictos entre clases. En ese mundo nació un alcorisano de «alta cuna» local. Un hombre que, como resultado de su personalidad, su interés por la cultura y sus inquietudes sociales y políticas, rompió con el papel que le reservaba su sociedad y se convirtió en una rara avis en su familia y en su comunidad.
La vida de ese hombre, Jaime Daudén Segovia, ha sido el hilo conductor de esta investigación, pero de su mano hemos explorado cómo era la sociedad alcorisana y aragonesa de su tiempo. Su infancia y juventud, su participación en la revolución de los anarquistas en el verano de 1936, su posterior paso por la cárcel y su muerte en 1945 a manos de un pelotón de ejecución franquista, ejemplifican los periplos, ilusiones, luchas, contradicciones, derrotas y sufrimientos de tantísimos españoles y españolas. Sus poesías, escritas en la zaragozana cárcel de Torrero, reflejan el rostro más dramático y humano de ese hombre y de aquel tiempo, a la vez tan cercano y tan lejano del nuestro, porque la distancia no puede medirse solo en años.
Reconstruir su historia, a partir de abundantes fuentes primarias y secundarias, es una manera de estudiar a una generación de la cual nos han llegado menos rastros y testimonios. Su trayectoria personal es, al fin y al cabo, un acercamiento a una historia colectiva: la de un mundo rural que arrastraba inercias seculares y desigualdades, al que la República puso ante nuevos horizontes y desafíos y que quedó resquebrajado por la guerra civil, la posguerra y las terribles violencias de que fueron escenario.