En los últimos años, la publicación de algunos estudios nos han permitido conocer, en unos casos mejor, en otros totalmente, la trayectoria de una serie de hombres que, entregados al socialismo, encontraron en la República una oportunidad para liberarse personalmente y liberar a su clase de siglos de oprobio y explotación que amenazaban con prolongarse aún durante muchos años.
De extracción campesina y nacidos a finales del siglo XIX y principios del XX crecieron en el compromiso de la lucha centenaria contra los caciques, herederos a su vez de un sistema feudal difusamente cerrado en España durante el siglo XIX, contra su apropiación de los medios de producción, sobre todo de los comunales, y contra el control de sus vidas y esperanzas. Jacinto Longás fue uno de estos hombres.