Estos relatos que ha compuesto Luis Ruiz cuentan imaginadas historias de gentes que vivieron en un tramo del río Huerva (o La Huerva, como prefieran) cercano a Zaragoza, que comienzan siete siglos antes de la era cristiana y terminan en el siglo XX. Desde los primeros pobladores de los que hay trazas hasta nuestros días. La cotidianeidad de sus habitantes es imaginaria; el sustrato histórico, los sucesivos nombres de personas o cosas, los hechos que marcaron las diferentes culturas, proceden del conocimiento riguroso y la investigación del autor, quien al final del libro detalla el camino recorrido en la construcción de los relatos.
Un río, sus orillas, un hogar habitable en el que construyen civilización (o la destruyen) todas las potencias que ha conocido esta tierra a lo largo del tiempo. El autor ya nos hizo la crónica de la primera mitad del siglo XX en Mozota con su Vida y muerte en un pueblo del Huerva. Mozota, 1900-1940. En esta nueva aproximación a su tierra, se imagina a sus gentes desde las primeras que la habitaron y nos detalla su vida hasta ahora mismo, con afecto, con el mismo afecto con el que Marta Vidal ha realizado las ilustraciones que acompañan al libro.








