Además de un pareado asonante y facilón, Memorias de un perdedor y otros relatos de humor es una colección de disparates producto de la desquiciada mollera de su autor.
Microrelatos del detective sin nombre ni rostro definidos, que parodian a los clásicos del cine y la novela negra. Chirigotas y retratos caricaturescos de personajes históricos y héroes cinematográficos. Hagiografías blasfemas y otros delirios semejantes salpican las páginas de este volumen cargado de cinismo, y tan ligero de equipaje literario como carente del mínimo respeto por cuanto hay de solemne y sagrado en este valle de lágrimas.
Si estás leyendo estas líneas forzosamente debes tener el libro en las manos. Arrójalo lejos de ti inmediatamente en caso de que seas un probo funcionario del catastro, un recto guardián de la moral o un severo censor de las disipadas costumbres juveniles. Hazle el vade retro con tres cruces y cómprate la reedición del catecismo del padre Ripalda o alguna otra lectura edificante.