Los abuelos del tranvía verde intenta contar la vida de cinco tranviarios y el amor a sus tranvías. Los retazos más importantes, porque toda su existencia llenaría una enciclopedia.
Nacieron poco después de terminar la Guerra Civil. Crecieron juntos compartiendo travesuras, la rigidez de la escuela y su afán por vestir pantalones largos. Después vivieron la dureza del campo, se enamoraron casi a la vez y se casaron el mismo día. Solo el servicio militar fue capaz de separarlos.
Y se prepararon, gracias a la dedicación de su querido maestro, para ser tranviarios. Iniciaron una nueva vida en la capital, sobre los raíles de sus tranvías. Esas máquinas maravillosas que más que personas, transportaban ilusión por la ciudad. Unos tranvías que no olvidaron nunca, ni siquiera tras la jubilación, reuniéndose a diario en un bar que convirtieron en el museo de su tranvía verde.
Al enterarse del acto de inauguración de un nuevo e innovador vehículo con trole que en breve recorrería la ciudad, asistieron juntos, como siempre, llevando con orgullo, calada en la cabeza, su gorra gris de tranviario, sin sospechar que el destino aún les reservaba una agradable sorpresa.
Cinco vidas unidas por la amistad y salpimentadas por el humor y la picardía que todos tenían. Más de uno pensará que sus vidas eran grises, o en blanco y negro, como las fotografías que nos han llegado de aquellos tiempos, pero fueron todo lo contrario, y las disfrutaron a todo color.